Las modas en el diseño.
- jorge piazza
- Apr 22, 2020
- 3 min read
Rechazo de cuajo el concepto de moda o tendencia en el diseño. Considero incompatible que la resolución de una identidad quede condicionada a estructuras regidas por un recurso visual, peligrosamente utilizado en forma repetitiva, en un mismo espacio temporal.
Nota: este texto es continuación de:
Es recomendable leer antes la primer parte de esta nota.

Las modas igualan, achatan, unifican, atentan contra la identidad. Y cualquier pieza gráfica es parte integrante de una identidad, o sea puede colaborar con su construcción o contribuir a la confusión.
Esta tercer parte del escrito que trata sobre el vínculo entre el diseño y el rock -aquel denominado progresivo-, necesariamente debe indagar acerca del efecto de las modas afectando el diseño.
Entrado los años 80, aquellas bandas que supieron manejar un diseño que colaboró activamente con la construcción de identidades muy sólidas, se vieron influidas por una suerte de moda visual que les quito mucha de la personalidad lograda.
Podríamos decir que el proceso iba acompañado o acompañaba, para establecer el orden lógico, un cambio en la música. El ingreso a la década de los ochenta obligó a muchas, sino todas estas bandas a modificar su música.
Hay quienes dirían que se adaptaban a los nuevos tiempo, otros que sacrificaron su esencia; o incluso que las criticas feroces sufridas por años hicieron su efecto. Poco importa en este espacio los motivos, lo concreto es que una banda como Yes, luego de una impecable construcción de su identidad visual, de buenas a primeras, o no tanto, pasaban de esto a esto:

Y no eran una excepción. Emerson Lake & Palmer, que supo tener un arte de tapa que hizo historia, de pronto, y con cambio de baterista, sacaba este disco, y esta tapa.

En Genesis el proceso de cambio, que es más paulatino y gradual, queda evidenciado por su música, y secundado por el aspecto visual. Quizás hasta se pueda aducir cierta coherencia, dado que el cambio de identidad es total.

King Crimson inicia en los años 80, y luego de siete años de inactividad, un nuevo proceso que de hecho para Robert Fripp ameritaba un cambio de nombre (Discipline era el elegido). El cambio en la dirección musical vuelve a ser aquello que permitiría comprender el cambio gráfico.

Pink Floyd atraviesa un proceso de desgaste luego de su momento cumbre conformado por una seguidilla de ediciones exitosas (The dark side of the moon, Wish you were here, Aminals y The wall). Cuatro excelentes discos y cuatro excelentes tapas, para luego crear The final cut, una suerte de lado B, los restos de The wall, donde, de cualquier manera la música no es tan impersonal como la portada.

Una selección de bandas exhibiendo el contraste entre las portadas de los años 70 y las correspondientes a los 80, permite comprender que este proceso fue abarcativo y común a casi todas. Desde Led Zeppelin y su obra póstuma, pasando por Mike Oldfield, Electric Light Orchestra, Camel, Queen, Supertramp o la banda alemana Tangerine Dream.







Un posible argumento sería que la identidad visual acompañó los cambios de la identidad musical.
Sin embargo, eso no modifica el hecho de que estas bandas gozaban de identidades bien elaboradas, donde esta imagen resulta absurda.

Imposible pensar que Giger fuese el ilustrador elegido por Yes para sus tapas, de igual manera que Roger Dean no encajaba con la identidad musical de Emerson Lake & Palmer.
Sin embargo, el siguiente ejercicio donde las tapas de estos discos de los años 80 están alteradas, permite comprender que todas están influidas por una tendencia visual, lo que provoca una pérdida de identidad, al punto de que las alteraciones de arte de tapa con banda son totalmente posibles de aceptar.

Tangerine Dream con la gráfica de Genesis, Led Zeppelin despidiéndose con un último disco en versión Yes, Genesis en simbiosis con Supertramp… Todos aceptables.
Volviendo al inicio de esta tercer parte de la nota, corresponde preguntarse: ¿es compatible el diseño gráfico con las tendencias?
Toda pieza visual es parte integrante de una identidad. El someterla a un recurso de moda, afecta a dicha identidad, la mediocriza y contribuye a la pérdida de su dirección.
Todas estas bandas, que se vieron afectadas por diversas razones al ingresar en la década de los 80, perdieron su rumbo musical (o lo modificaron intencionalmente).
Posiblemente esa pérdida o cambio abrió las puertas a que el recurso de moda (referido a lo visual) sea una solución fácil y efectiva; sabemos que construir identidades sólidas y coherentes no es tarea simple.
Y los resultados, están a la vista, tanto por lo hecho en la primer década como por lo que siguió.
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