Jorge Piazza
Amante del Rock progresivo, conozco lo que significa construir una identidad visual coherente, gracias a Yes y el trabajo realizado por Roger Dean en sus tapas, antes aún de ingresar a estudiar diseño en comunicación visual en la Facultad de Bellas Artes de La Plata.
Antes de egresar de la facultad, ya me encontraba trabajando en diseño, y no pasó mucho para que esas primeras experiencias den nacimiento a mi Estudio y me encuentre velozmente frente al desafío de brindar servicio de diseño a grandes empresas multinacionales. Como socio fundador de una empresa de diseño que varió de forma y denominación tantas veces como el país de ministro de economía, luché durante dieciocho años para convertir al diseño en un buen negocio.
Pasó de todo en esos años. Desde sumar socios y empleados, incrementar los metros cuadrados de oficina, trabajar para todo tipo de clientes, desde grandes empresas como Pepsico, Molinos Rio de La Plata o Kimberley Clark a pymes y microemprendimientos, hasta iniciar el emprendimiento propio.
Desde mis tempranas lecturas de Tomás Moro, Platón o distopías como 1984 y Un mundo feliz, me mueve una obsesiva aunque realista convicción de que la utopías son posibles, llegando al convencimiento de que el diseño puede ser una profesión exitosa.
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Hacer una revista de una impensada calidad, fundar una asociación, crear una productora, editar discos y organizar shows musicales trayendo al país bandas de los más recónditos lugares del mundo es resultado obvio de esa visión utópica. Seventh Heaven fue la revista, casi libro, y la Asociación del Rock Progresivo el motor que dio origen a Rivendel, la productora y Mellotron, el sello editorial y discográfico.
La actitud y aptitud hacia el emprendedorismo, el amor por el diseño, y el conocimiento del mercado dieron como camino lógico el fundar redargenta, editorial y portal a través del cual se ofreció al mercado del diseño contenidos e información especializada.
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Si hubiese tenido que mencionar dos cosas para las cuales nunca me sentí apto, hubiesen sido la escritura y la oratoria.
Dentro de los más de cuarenta libros editados por redargenta se encuentran: Cómo presupuestar diseño, El diseño como negocio y El diseño es una mentira, Libros de mi autoría.
Paralelamente dicté charlas y seminarios en gran número de instituciones y universidades del país y del exterior como así también en congresos de diseño, investigando y profundizando el eje del negocio y la gestión del diseño, tema tan ignorado como esencial, de querer pensar que el diseño puede ser un gran negocio.
Miles de kilómetros de rutas recorridos para llegar a hablar en lugares donde jamás me hubiese imaginado que se dictaba diseño.
Redibujarse y hacer de las debilidades fortalezas puede llegar a ser un desafío apasionante.
Un insistente rechazo a vivir en una gran urbe como es Buenos Aires me lleva a mudarme al campo, lo que sumado a un amor por las rutas colabora estrechamente con el hecho de viajar y conocer el mundo del diseño a lo largo y ancho de todo el país e incluso en aquellos países que se atreven a invitarme.
En el año 2005 realizo desde redargenta el Primer Censo de Aproximación a la Realidad del Mercado del Diseño Argentino, lo que me aporta un mayor conocimiento del mercado y más quilómetros de ruta.
Otra pasión hasta aquí poco desarrollada es la de la enseñanza. Uno puede descubrir algo y querer ocultarlo, acapararlo para uno y pretender ser diferente por eso, o compartirlo, con la ilusión de aportar algo al prójimo. Soy de los segundos.
Durante los años 2004 y 2005 tengo a mi cargo la materia Gestión del Diseño Gráfico, en la Fundación Gutenberg, para los alumnos del último ciclo.
Paralelamente dicto la Clínica: El diseño como negocio, la cual a la fecha se realizó en numerosas ocasiones en todo el país y países de Sudamérica.
Realizo trabajos de consultoría y disertaciones orientados al mercado de las pymes.
Y llega el momento más comprometido en la autogestión: la reedición de los libros propios, producidos íntegramente en mi nuevo hogar.
La apuesta personal es cada vez más fuerte. Vivir en plena montaña a dos mil metros de altura, es otra utopía cumplida. Y continúo pensando la profesión del diseño entendiendo que muchas cosas deben ser barajadas de nuevo. Espero que en ese repensar este mi aporte.
Y el pensar se convierte en acción.
A los títulos mencionados se le suman: La gestión aplicada al diseño, Diseño especializado claves para el éxito, Métodos para estudios de diseño y .
Junto a nuevos socios-emprendedores creo Pontix, un innovador software de gestión y presupuestado para el mercado de las industrias culturales que da solución real a uno de los mayores conflictos de la profesión.
Y la acción continúa. El desafío de emprender es justamente eso, despertarse todos los días sabiendo que nadie te va a decir qué hacer. Depende de vos.
